Reconstrucción de "La casa del
Bosque " en Buitrago del Lozoya.
Historia
La historia de este edificio se vincula a la poderosa Casa de Mendoza, que, en el siglo XIV, recibió el Señorío de Buitrago de manos del rey Enrique II de Castilla.
En el siglo XV, Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, adquirió la Dehesa del Bosque, una finca de caza mayor situada en la margen izquierda del río Lozoya, a unos dos kilómetros del casco histórico de la villa.
En el siglo XVI, uno de sus descendientes, Íñigo López de Mendoza y Aragón, quinto duque del Infantado, ordenó la construcción de una villa de recreo en la citada finca. Las obras comenzaron en noviembre de 1596, bajo la dirección de Diego de Valera, y probablemente finalizaron en 1601.
Es una obra apenas conocida, casi secreta, de las muchas que acometieron los Mendoza en Buitrago, un palacete construido entre 1596 y 1601 en la orilla contraria del Lozoya por el quinto duque del Infantado – nieto del nieto del marqués de Santillana – para solazarse los días de caza. La causa de este desconocimiento es que el río, al ser contenido en 1939 por la presa de Puentes Viejas, se tragó para siempre el puente de la Coracha, y con él, el camino directo a la casa del Bosque, dejando el palacete olvidado en la orilla norte del embalse, devorado por la imparable vegetación.
Bordeando la orilla de este dulce ponto serrano hacia la derecha, en una hora más veremos descollar sobre el bosque de encinas pocas, aunque autóctonas – y pinos resineros, la más alta ruina de la casa del Bosque: una torre circular de ladrillo aupada sobre un fuerte cubo de mampostería que, fue en su día un buen ejemplar del estilo manierista español, con influencias italianas de Palladio y Serlío. Que, fue honrada con la visita de Felipe III entre el 12 y el 16 de mayo de 1601.
Descripción
Según el historiador José Miguel Muñoz Jiménez, el palacete guarda similitudes en su concepto y trazado con las villas “palladianas”, levantadas en la segunda mitad del siglo XVI en la región italiana de Véneto.[ ]Como éstas, la Casa del Bosque se articula alrededor de una gran rotonda interior, que queda cubierta mediante una cúpula y que fue utilizada como capilla.
La construcción que ha llegado hasta nuestros días se encuentra parcialmente derruida. Uno de los elementos mejor conservados es la estructura circular que preside el conjunto. También se mantienen en pie diferentes muros.
No creo que exista en Madrid ni siquiera en España un ejemplo tan claro y a la vez tan interesante de arquitectura “Palladiana”.
Con la documentación acumulada en estos años se podría realizar un proyecto previo de restauración con la idea final de convertir este edificio en un pequeño parador u hotel con encanto que aportaría a la población y su entorno indudable atractivo arquitectónico dando un importante impulso desde el punto de vista de la calidad turística.
De hecho seria muy interesante cumplimentar una guía con los importantes ejemplos arquitectónicos e ingenieriles con los que cuenta la población de Buitrago. Hay que recordar que el edificio que alberga las instalaciones de Telefónica en la población, obra del reconocido y ya fallecido arquitecto Julio Cano Lasso fue en su tiempo Premio Nacional de Arquitectura, que las murallas de Buitrago son un importante legado arquitectónico en la provincia.
En definitiva no creo que deba de pasar mucho mas tiempo sin que se haga algo con este edificio, el paso de tiempo juega en su contra y su lamentable estado hace presagiar un futuro nada halagüeño. Que no nos tengamos que arrepentir una vez mas de no haber actuado a tiempo.
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